Las enfermedades Vasculares Cerebrales (EVC) consisten en la obstrucción (total o parcial) o ruptura de los vasos que suplen sangre al cerebro. Son de las principales causas de discapacidad en los países en desarrollo y son también una de las 10 primeras causas de muerte.
Rehabilitar las EVC es un verdadero reto al trabajo en equipo dentro del ámbito medico, ya que en este paciente confluyen especialistas y personal para-clínico de distintas áreas que pueden abarcar desde Neurólogos , Médicos Rehabilitadores, Psiquiatras hasta terapeutas del lenguaje , Físicos y ocupacionales , Ortesistas , enfermeras entre otros.
La presentación más común de EVC es la pérdida de la fuerza y la sensibilidad (una o ambas) de un lado del cuerpo, fenómeno este que se conoce con el nombre de hemiparesia si es una pérdida parcial de la fuerza o sensibilidad suficientes para que el paciente sea semi -funcional, y como hemiplejía si la perdida de las capacidades en las extremidades afectadas lo llevan a ser no funcional del lado afectado.
Existen pacientes que recuperan espontáneamente antes de las primeras 24 horas, estos son los que sufren los llamados accidentes isquémicos transitorios (AIT), pero que si no reciben una adecuada instrucción y tratamiento post-evento podrían sufrir otra isquemia de mayor envergadura y quedar con déficits funcionales importantes en meses sub-siguientes.
El pronóstico de la recuperación funcional de un paciente con EVC va muy ligado con la extensión de la zona cerebral que fue afectada, con la severidad y duración de los síntomas de aparición así como con su edad. Un debut de una mitad del cuerpo flácido (que no mueve absolutamente nada) y que se mantiene por más de 1 mes supone un mal pronóstico funcional, además de esto también son de mal pronóstico los pacientes con afectación del estado conciencia, la comprensión o expresión del lenguaje y con disfagia (problemas para tragar) así como los pacientes que muestran un pobre control del tronco que se extiende por 2 semanas o más.
Una de las complicaciones que aparece en la etapa sub-aguda es la espasticidad, que es el aumento del tono muscular en la mitad del cuerpo afectado que antes estaba flácido, que torna difícil la movilidad y la funcionalidad de las manos, pies y la ejecución de la marcha. En la extremidad superior el patrón espástico es de flexión y aducción y en la extremidad inferior es de extensión y aducción. Otras complicaciones importantes los suponen las subluxaciones del hombro afectado en la etapa de flacidez y la aparición de un fuerte dolor en el lado afectado, especialmente en el hombro que se conoce como Síndrome Doloroso Regional Complejo tipo 1, otras no menos importante y siempre indeseables son la depresión , la incontinencia urinaria y fecal.
El paciente que sufre una EVC tiene una acelerada mejoría por los primeros 3 meses de rehabilitación desde el evento y ya a los 6 meses hay una marcada disminución de la recuperación. EL TIEMPO APREMIA en la EVC.
Muchos se confunden y piensan que la sola atención de un fisioterapista o un masajista basta y esto no es así, ya que el seguimiento de un Medico Rehabilitador conlleva además de las terapias, el uso medicamentos, ortesis y procedimientos que se utilizan en el transcurso de la enfermedad para beneficiar la recuperación de las funciones. (Férulas, Inyecciones de fenol, Toxina Botulínica, Baclofeno, etc)
La valoración temprana de este tipo de pacientes por un Médico especialista en Rehabilitación desde las primeras 48 horas de ocurrida la EVC, minimizaría las complicaciones que pudiesen aparecer en el estado agudo y desde un principio diseñaría un plan adecuado de rehabilitación que lleve al paciente a recuperar sus funciones en la mayor brevedad.
Francisco Bentz Brugal
Medico Rehabilitador
bentzbrugal@gmail.com
Interesante texto, buen hallazgo su blog, saludos desde Chile
ResponderEliminarNahuel